febrero 17, 2008

Aventura China 1-Primera Parada: Haikou


Hola:
Les escribo desde Haikou, pequeña ciudad situada en la Isla de Hainan, al sur de la China. Llegué muy bien, tras un viaje muy muy muy largo: salí un sábado desde Colombia y llegué un lunes. No es que haya estado en el aire 3 días, sino que el cambio de horario desapareció de mi vida el día domingo.

Sin embargo la emoción del viaje no me dejó sentir cansancio.

Llegué y me tocó trabajar inmediatamente. Fuí a la locación del programa que vine a ver grabar, fui ir a almorzar y comer con Christoph, el francés que me recibió y una gente que vino de Cambodia (franceses también). Conocí algo de la zona en donde estoy, especialmente restaurantes muy bonitos en grandes hoteles. Pero fue hasta hoy, un día después, que pude irme sola por ahí, que pude apreciar y ver mejor la cultura China.

Primero que todo les cuento que hay que hacer unos grandes esfuerzos para comunicarse, ya que casi nadie habla inglés... y si hablan inglés, hablan “inglés-chino” y casi no se les entiende... pero ahí uno se defiende apunta de mímica y mucha imaginación.

Me fui para el centro de la ciudad con un mapa escrito totalmente en mandarín. Así que decidí concentrarme mucho en la ruta e ir revisando cada tanto cuántas cuadras había caminado para estar segura en donde estaba parada. Llegué al centro antiguo de Haikou (una especie de San Victorino bogotano) y todo lo que pasaba a mi alrededor fue bastante abrumador. Mucho desorden, muchas motos, bicicletas y pito por montón... muchos olores, mucho ruido y venta de cosas raras por todas partes. Mostradores con peces vivos para la venta, chinos jugando cartas, puestos de comida callejeros con patos y gallinas colgados, pinchos de todas las clases, ropa, zapatos, especies, monedas, y mássss comida.





Tomé una deliciosa sopa wanton en la calle por 3 yuen (rebarato, el equivalente a unos $800 pesos colombianos, menos de medio dólar americano), compré bobadas y saqué muchas fotos.

Salí del centro y caminé por otros lugares más modernos. Caminé por un parque con un lago hermoso, caminé por una zona comercial con muchos almacenes y promociones en todo, e inclusive fui a Carrefour a chismosear cómo eran los supermercados chinos no-callejeros (iguales a los de cualquier parte, con todo en mandarín y muchos animales variados a la venta para preparar en casa).

Fui al baño y la sorpresa aquí fue que todos los baños públicos son letrinas, así que toca “hacer” de pie. No me fue mal, he de decirles… pero eso sí, escogí muy bien a que baño entrar (en un centro comercial) pues me habían advertido hasta el cansancio que esta experiencia en la calle no era muy placentera.

En fin, en el camino me encontré con gente amable a la que yo les parecía muy curiosa... aquí yo soy la "gringa"... no hay manera de disimular que uno es turista ya que con la cara y ojos occidentales no se puede discutir... muchos me miran y se rien... me dicen “Hello!” con tono de aventura y algunos hasta me ayudaron a moverme por ahí.

Ha sido una buena experiencia hasta ahora.

Sin embargo tengo unas jaquecas terribles... creo que mi cuerpo no ha asimilado bien el cambio radical de horario. Aquí estoy 13 horas adelante en el tiempo (mi tiempo), y a eso de las 4 pm me duele la cabeza un montón y me entra un sueño terrible. En todo caso, espero acostumbrarme tarde que temprano (y de seguro cuando lo haga, tendré que volver, ¡ja!).

Mañana vuelo a Beijing... así que ya les estaré contando más cosas.

Liliana
Enero 23 de 2008


1 comentario:

gusmontenegro dijo...

Precioso viaje. Encantadoras imágenes. Por pura curiosidad qué te tiene por esos lares?.

Un beso y un abrazo. Disfruta el camino y continúa cantándonos en tonos agudos tu encantadora ruta.